Golpeado por su derrota ante México en la Final olímpica, Brasil inicia su recorrido rumbo al Mundial de 2014 con un amistoso frente a Suecia. El duelo, que será el último a disputarse en el estadio Rasunda de Estocolmo, le ofrece una oportunidad al entrenador Mano Menezes para regresar a casa desde Europa con un nuevo triunfo.
Antes de los Juegos Olímpicos, la Confederación Brasileña de Futbol (CBF) insinuó que un resultado decepcionante en Londres podría costarle el empleo a Menezes, pero no se espera que se tome ninguna decisión al respecto sino hasta que el equipo regrese a Brasil más adelante esta semana.
La participación de Zlatan Ibrahimovic con los suecos está en duda. El delantero del Paris Saint-Germain tiene hinchado el pie derecho tras un golpe el sábado durante el partido del equipo frente al Lorient en el arranque de la Ligue 1.
"Aún no tomamos una decisión. Tenemos que ver cómo se desenvuelve (la lesión)", dijo Ibrahimovic este martes. "Desde luego que es especial jugar con Brasil. Todo el mundo quiere enfrentarlos. Tienen algunos de los mejores jugadores del mundo. Como equipo también son uno de los mejores".
Para algunos jugadores de la selección brasileña, la decepción de haber perdido el encuentro por la medalla de oro ha comenzado a quedar atrás.
El Rasunda será demolido y la selección sueca tendrá un nuevo estadio que está en construcción.
