El Real Madrid se clasifica para los cuartos de final de la Copa del Rey con más apuros de los previstos en un inicio. Ronaldo había marcado un doblete a los veinte minutos ante un cuadro gallego con más suplentes de los habituales, y se veían muchas y muy buenas ocasiones merengues. Sin embargo, la lesión de Xabi Alonso al descanso despistó a los locales, que a punto estuvieron de irse definitivamente del torneo en unos minutos finales con un jugador menos por la expulsión de Sergio Ramos. Casillas, que fue titular, salvó a un Madrid que fue de más a menos y que estuvo cerca de lamentarlo. Sólo el tercer gol de un incombustible Ronaldo trajo la tranquilidad al Bernabéu, que hacía una década que no veía una remontada de su equipo en una eliminatoria de Copa o Champions. Un gol que, junto con el último de Khedira, son un inmejorable balón de oxígeno para el Real Madrid.